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PRAGA

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REPÚBLICA CHECA

Praga

Esa misma noche debíamos tomar el bus para continuar hacia nuestro segundo destino, Praga. Salimos a las 21.45 y llegamos a la capital checa alrededor de las 11 de la mañana. Por lo que, dormimos en el bus por segunda noche consecutiva. Algo incómodo, cierto, pero con el objetivo de priorizar el tiempo y poder disfrutar de cada ciudad al máximo.

 

 Aquí pasaríamos dos días, por lo que teníamos más tiempo para recorrer y visitar. Praga es una ciudad enorme, con infinidad de atracciones turísticas, museos, monumentos, plazas, parques, mercados, etc. Es primordial adquirir un ticket para utilizar los transportes públicos de forma ilimitada. El precio es accesible, las distancias largas y, al menos para nosotros, no había tiempo que perder. 

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Siguiendo en la cuestión del transporte público en el caso de Praga, y también haciendo referencia a todos los países de Europa del Este que visitamos, tenemos que decir que quedamos gratamente sorprendidos. Generalmente, en cada parada de bus hay un cartel electrónico con los horarios -los cuáles se cumplen a la perfección-, los buses pasan con mucha frecuencia y, como dijimos, el precio es accesible si lo comparamos con la mayoría de las grandes ciudades de Europa Occidental. Las estaciones de metro en el caso de Praga son bastante limpias e iluminadas, aunque aquí sí la frecuencia disminuye bastante. Al menos si lo comparamos con el metro parisino por ejemplo, en el que se espera un metro como mucho unos 3 o 4 minutos.

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En fin, nuestro hostal estaba un poco alejado del centro de la ciudad, por lo que sí o sí necesitábamos utilizar los transportes públicos si no queríamos perder tiempo. El "Hostel Strahov" es realmente recomendable ya que, aunque no esté ubicado en zona céntrica, con sólo tomar un bus podíamos llegar a unas cuadras de la plaza central y -lo que más nos gustó-, como el hostal está ubicado en lo alto de una colina, podíamos tomar un funicular para acercarnos al centro. Una experiencia hermosa y muy recomendable. El ticket de transporte público sirve también para el funicular, por lo que, obviamente, lo utilizamos. 

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Con respecto a nuestra visita turística de Praga, tenemos que decir que caminamos muchísimo. Es una ciudad realmente inmensa, llena de calles pequeñas en las que te pierdes admirando la belleza a tu alrededor. Aunque siempre se llega a la gran plaza central, la Plaza de la Ciudad Vieja. Allí, un pequeño mercado ofrece las ricas salchichas y diferentes platos tradicionales, que pueden acompañar por un buen vaso de cerveza local. Pero no es el único... Caminando unas cuantas cuadras, nos cruzamos con otro mercado tradicional que, además de las comidas y bebidas típicas, nos hizo conocer un poco de música regional, la cual disfrutamos por un buen rato. 

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Lugares de interés: El Castillo de Praga -un conjunto arquitectónico de los más notables, suntuosos y emblemáticos vestigios del gran pasado histórico, cultural y social de la ciudad-. Visita al puente Carlos -el más antiguo de Praga y el segundo más viejo del país-. Recorrer la Ciudad vieja -uno de los barrios más pintorescos de la ciudad, lugar del asentamiento original de Praga-. Contemplar el mítico Reloj astronómico -ubicado en la pared sur del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja-. La catedral de San Vito -la mayor muestra del Arte gótico de la ciudad-.

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Se debe recorrer también el Malá Strana -uno de los distritos más antiguos y de mayor representación histórica en Praga-. La  Plaza de Venceslao -una de las plazas más importantes de la Ciudad Nueva-. El monte PetÅ™ín -localizado en el mencionado barrio Malá Strana. Allí estaba ubicado nuestro hostal-. La torre de la Pólvora o puerta de la Pólvora -una torre gótica que era una de las puertas originales de la ciudad, construida en el siglo XV-. La casa danzante -un edificio deconstructivista, diseñado en 1992 y terminado en 1996-. El Callejón del oro -una célebre calle ubicada al lado del Castillo de Praga-. La Torre de PetÅ™ín -una torre de observación realizada con una estructura reticulada metálica de 60 metros de altura-. El Vyšehrad  -uno de los recintos amurallados medievales más conocidos, situado al sur del barrio nuevo de Praga-.

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Imperdible: realmente es muy difícil destacar sólo una cosa de esta hermosa ciudad. Pero si ustedes son amantes de las vistas panorámicas al igual que nosotros, y les gusta alejarse un poco de la enorme masa turística, hay un mirador excelente en una zona llamada Letenské Sady, muy cerca del centro sólo cruzando el río Moldava. Desde allí, las vistas de toda la ciudad con sus bellos techos rojos y edificios coloridos, son verdaderamente impresionantes e inolvidables. Y además, el lugar ni siquiera aparece marcado en los mapas turísticos, por lo que pueden estar tranquilos sin mucha gente alrededor, sacar buenas fotos y admirar un buen rato la belleza de esta ciudad. 

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Si quieren saber más sobre Praga y desean ver una galería de fotos de nuestro paso por esta ciudad, pueden ingresar AQUÍ.

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