Nuestro viaje comenzó a la medianoche. Específicamente, a las 00:30 hs partimos en bus desde París hacia Ámsterdam, capital de los Países Bajos. Elegimos ese horario ya que al viajar de noche podríamos aprovechar el día entero en la ciudad holandesa. El viaje duró aproximadamente 6 horas, por lo que alrededor de las 7 de la mañana ya estábamos dispuestos a comenzar el recorrido.

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Salimos el 1 de Agosto, por lo que se pueden imaginar el tremendo calor que hacía. Plena temporada de verano en Europa. Por suerte, en nuestro primer día de viaje, el sol nos acompañó desde el inicio. 

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En Ámsterdam, sólo teníamos un día, por lo que había que aprovecharlo. Apenas descendimos del bus, buscamos un lugar para poder dejar nuestra mochila de viaje y comenzamos a caminar. Nos encontramos con una ciudad magnífica, rodeada de bellos canales y edificios y monumentos increíbles. 

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Una ciudad con mucha vida, mucha juventud, mucho color y, obviamente, mucho turismo. Imperdible: hacer el recorrido en barco por los canales del centro de la ciudad. Sin lugar a dudas, es una hermosa experiencia en la que se puede apreciar la belleza característica e histórica de esta capital. Además, el precio es bastante accesible para lo que es. El recuerdo de ese paseo en barco es imborrable e inigualable. 

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Lugares de interés: el Rijksmuseum -Museo Nacional, una joya de la arquitectura para los amantes del arte-. La Plaza Dam -uno de los lugares más conocidos e importantes de la ciudad, siempre repleta de gente y de eventos-. El parque Vondelpark -un parque público de 47 hectáreas en el que aprovechamos para descansar un rato a la hora de la siesta-. El Palacio Real de Ámsterdam -uno de los cuatro palacios que está a disposición del monarca de los Países Bajos por ley del Parlamento-. La plaza Leidseplein -uno de los centros de vida nocturna más animado de la ciudad-.

 

Se puede visitar también el Bloemenmarkt -el mercado de flores más famoso de la ciudad-. El Mercado de Albert Cuyp -uno de los mercados callejeros más grandes de Europa, fundado a comienzos del siglo XX. La plaza Nieuwmarkt -ubicada dentro del Barrio Chino-. El Magere Brug -un puente para peatones y ciclistas situado sobre el río Amstel-. La Munttoren -una torre situada en la concurrida plaza Muntplein-. 

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Y podríamos seguir nombrando zonas y lugares a visitar en esta ciudad. Ámsterdam es realmente inmensa y está llena de atracciones. Recomendamos caminar y recorrer los canales, las pequeñas calles peatonales y observar y contemplar las bellas y antiguas edificaciones que contiene esta increíble ciudad. 

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Una de las cosas que nos llamó mucho la atención de Ámsterdam, es la enorme cantidad de bicicletas que circulan por las calles de la ciudad. Si quieren leer un interesante artículo sobre esto, pueden hacer clic AQUÍ.