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Historia de un reclamo territorial sin solución

A comienzos del mes de octubre de 2019, la Corte Internacional de Justicia de la ONU tomó la decisión de que Chile no está obligada a negociar con su país vecino Bolivia, por una salida soberana al océano Pacífico. El reclamo boliviano ante este organismo llevaba más de cinco años, pero el debate/confrontación por estas tierras se remonta a finales del siglo XIX. Conoce esta historia que, sin dudas, divide a América Latina.

En el año 2013, el Gobierno boliviano realizó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU, reclamando que Chile sea obligado a "negociar de buena fe y de forma efectiva a fin de llegar a un acuerdo que otorgue a Bolivia un acceso pleno y soberano al océano Pacífico". Actualmente, Bolivia no cuenta con salida al mar.

Tras cinco años de debate, la Corte Internacional de Justicia tomó la decisión de rechazar este pedido por 12 votos en contra y 3 a favor. El somalí Abdulqawi Ahmed Yusuf, presidente de la corte con sede en La Haya (Holanda), leyó el fallo en presencia del presidente boliviano, Evo Morales, y del agente que representó a Chile,Claudio Grossman.

Finalmente y ante cada uno de los fundamentos realizados por ambos países, el magistrado subrayó que en el curso del centenario contencioso, Chile no contrajo la obligación legal de negociar con Bolivia un acceso soberano al océano Pacífico. Por lo que el reclamo boliviano fue rechazado.

 

Orígenes del conflicto

 

La salida al mar fue perdida por Bolivia a comienzos de la llamada Guerra del Pacífico (1879-1883), hace 139 años, cuando las fuerzas chilenas ocuparon el entonces puerto boliviano de Antofagasta. El conflicto es conocido también como “la Guerra del Salitre” debido al control sobre los yacimientos de ese nitrato. El conflicto bélico se llevó a cabo tras la independencia de ambos estados de la Corona española. Allí, Chile enfrentó a Bolivia y a Perú, quien era aliado de este último.

Debido a esta guerra, Bolivia perdió la costa marítima que poseía hasta ese entonces de unos 400 kilómetros de longitud, y además, tuvo que ceder el departamento de Litoral, rico en guano, salitre y cobre. Ese territorio de 120.000 kilómetros cuadrados incluía el desierto de Atacama, el más árido del planeta. Es por este motivo que se lo conoce como el corredor de Atacama.

La guerra del Pacífico, como todo conflicto armado, tuvo enormes consecuencias económicas, políticas, territoriales y sociales entre los países beligerantes. Se dio por finalizada en el año 1904, cuando ambos países firmaron un Tratado de Paz y Amistad con el objetivo de poner fin al estado de guerra que seguía existiendo entre ellos y que estableció de forma definitiva las fronteras de las dos naciones, las cuales se mantienen hasta la actualidad.

Ese acuerdo incluía, entre otros, la obligación de Chile de construir un ferrocarril entre Arica y La Paz (Sede del Gobierno boliviano) así como la concesión de créditos y de derechos de libre tránsito de productos bolivianos a puertos del Pacífico chileno.

Hace varias décadas que Bolivia reclama que su país vecino, incumple constantemente con este acuerdo firmado por ambas naciones. Por su parte, el Gobierno chileno asegura que este tratado se encuentra en plena vigencia, por lo que el reclamo ante la CIJ no tiene fundamentos.

La soberanía sobre el Corredor de Atacama no parece tener una pronta solución. Ambos países seguirán luchando por lo que indican que les corresponde a cada uno. Este conflicto, dividió en su momento a una América Latina que recién daba sus primeros pasos y aún hoy, más de cien años después, continúa haciéndolo.

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