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LIUBLIANA

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ESLOVENIA

Rio Liubliana

Tras dos horas de viaje, llegamos a Liubliana, capital de Eslovenia. Aquí nos encontramos con una ciudad verdaderamente hermosa. Luego de pasar por el hostal para bañarnos y dejar nuestras cosas en la habitación, cerca de la medianoche, decidimos ir al centro para conocer y para sentarnos en algún lado a comer. El cansancio tras tantos días viajando sin parar se comenzaba a sentir, pero nada nos detenía. Aún nos quedaban increíbles destinos por conocer. 

Esa noche, comenzamos a sentir que Liubliana era una ciudad muy hermosa y pintoresca. El río Ljubljanica con sus puentes iluminados, le da a la ciudad un toque mágico. Por las calles, pasada la medianoche, había aún mucha gente paseando por el centro y los comercios y bares estaban en su mayoría abiertos y repletos de turistas. Sin embargo, tras comer algo rápido y dar un pequeño paseo, el cansancio nos ganó y decidimos ir al hostal a dormir para comenzar temprano al día siguiente. 

Empezamos nuestro recorrido visitando el Castillo de Liubliana, ubicado en lo alto de la denominada Colina del Castillo. Desde allí, además de conocer la interesante historia de este castillo medieval, se puede observar la ciudad desde lo alto y obtener así increíbles panoramas de toda la capital de Eslovenia. 

Más tarde, descendimos por un pequeño camino de tierra y piedras para comenzar nuestro recorrido por el centro antiguo de la ciudad. Una pequeña y atractiva plaza central -denominada Plaza Preseren- da inicio a nuestra visita. La plaza está rodeada de bellos edificios y siempre está repleta de gente y de artistas callejeros que nos deleitan con su música regional. 

A unos pocos pasos de la plaza, se encuentra el río Ljubljanica, cruzado por uno de los puentes más bellos de Europa del Este, el Puente Triple. Es una belleza de la arquitectura, un grupo de tres puentes cruzan el río y nos ofrecen un panorama excepcional. Por otro lado, está el puente de los Dragones, otra de las hermosas edificaciones de la ciudad. 

Imperdible: realizar un paseo en barco por el río Ljubljanica es una experiencia inolvidable. Se pueden observar las bellas edificaciones ubicadas a ambos lados del río y cruzar los hermosos puentes antes mencionados. El barco también se aleja del centro y nos ofrece un recorrido en el que se puede apreciar la gran cantidad de espacios verdes que rodean la ciudad. Sin dudas, es un paseo que vale la pena realizar. 

El centro histórico de Liubliana es muy lindo. Está repleto de calles angostas con adoquines y rodeada de edificios antiguos realmente brillantes. Algo que nos llamó la atención es la gran cantidad de bares y restaurantes ubicados a ambos lados del río a lo largo de varias cuadras. Además, cada uno de esos bares, estaba generalmente lleno de gente. Verdaderamente, Liubliana es una ciudad con muchísimo turismo, mucho más de lo que imaginábamos. 

 

En cuanto a los parques y espacios verdes, hay que decir que hay una gran cantidad. El Parque Tivoli es el más grande de la ciudad. También encontramos lugares como la plaza del Congreso o el mismo Castillo que mencionamos al principio, el cual está rodeado por un amplio bosque verde. En Liubliana se puede respirar aire puro.

 

  Otros lugares de interés: una visita por los museos, como el Museo Nacional -la más antigua institución científica y cultural del país-, o el Museo de las Ilusiones. La Galería Nacional de Eslovenia -galería de arte fundada en 1918, tras la disolución de Austria-Hungría-. La fuente de Robba -o fuente de los tres ríos, es el monumento barroco más famoso de la ciudad-. El Mercado Central -construido entre 1940 y 1942, se extiende entre el Puente Triple y Puente del Dragón-. Una visita a las bellas iglesias de la ciudad como la Iglesia de la Asunción -construida en 1669, es uno de los templos más populares y visitados en la ciudad- o la Catedral de San Nicolás -ubicada en la Plaza Vodnik, se caracteriza por su cúpula de color verde-. 

En definitiva, Liubliana fue un destino que realmente nos sorprendió positivamente. Un destino que verdaderamente disfrutamos mucho al visitar. Pasadas las 23 hs, y luego de un día intenso en el que caminamos muchísimo, nos encontrábamos en la estación de buses y teníamos un largo viaje por delante. Nuestro próximo destino era uno de los que más esperábamos desde que comenzamos nuestro viaje. Roma, la capital italiana, esa ciudad con tanta historia que siempre quisimos conocer...

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