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Recuerdos de la Segunda Guerra Mundial

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En memoria de 

AUGUSTE ARCHEN - 1907-1942

Muerto en Auschwitz

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AUGUSTE ARCHEN

Auschwitz

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1940 Invasión de las tropas alemanas en Francia.

La población huye, es el éxodo. Mi padre, Auguste Archen fue arrestado y condenado a un mes de prisión en Fresnes  debido a su afiliación política. Aconsejó a mi madre a refugiarse junto a nosotros con sus familiares en Seine Maritime. Aquí estamos en el camino, mi madre, mi hermana y yo, con un solo vehículo, un cochecito para llevar las maletas.

Durante este viaje nos sometemos a bombardeos y disparos. Nuestro destino era Offranville, un pequeño pueblo al lado de Dieppe. Una vez que llegamos a nuestro destino, la familia que nos recibió, muy religiosa, le dijo a mi madre que sólo nos mantendrían ahí bajo una condición: bautizarme. Es por esta razón que siempre digo que, en contra de la voluntad de mis padres, fui bautizado por la fuerza. A decir verdad, el hecho de ser bautizado no me hizo sentir mejor ni peor.

 

Creyendo que nos refugiábamos al alejarnos, a decir verdad seguíamos los bombardeos casi todas las noches. El área se volvió peligrosa, así que terminamos en Charente Maritime, de donde tengo pocos recuerdos.

Regreso a Nanterre

Mi padre fue nuevamente arrestado, el 10 de noviembre de 1940, por la policía francesa bajo las órdenes del gobierno de Vichy, encabezado por Petain, Darlan, Pucheu y Darquier de Pellepoix, quien sugirió a los nazis que deporten a los bebés y a los niños pequeños. Hasta ese momento, los nazis deportaban a los niños mayores de 14 años.

Después del 10 de noviembre de 1940, sólo vi a mi padre dos veces en el Centro Vigilado de Aincours, custodiado también por guardias que nos golpeaban en la entrada.

El 6 de julio de 1942, mi padre fue deportado del campo de Royallieu a Compiègne, en dirección al campo de exterminio de Auschwitz con 1160 camaradas comunistas, Cegetistess, del FSGT (movimiento deportivo). De estos 1160 deportados, el 70% murió en Birkenau entre el 9 de julio de 1942 y marzo 1943. Sólo 140 regresaron.

Tengo que evocar todo esto para poder hablar de mi experiencia. Apenas tenía 6 años en 1940, asistía a la escuela Jules Ferry en Nanterre. La escuela estaba ocupada por el ejército nazi, e íbamos a la escuela una semana sólo por la mañana y la otra semana sólo por la tarde. La escuela no era mixta en ese momento.

Tengo el recuerdo de haber estado, con varios compañeros, cortando cables eléctricos instalados por los alemanes detrás de la escuela o robando pan de la reserva de soldados. Lo que nos valió, unos días después, la visita de un oficial alemán y dos soldados armados para pedirnos que confesemos. Todavía están esperando...

En mi casa sólo había mujeres. Mi madre, una mujer de excepción, que pudo criarme, creo, en la dignidad, en el respeto, en la cortesía y que asumió, además de su trabajo profesional, el trabajo doméstico y el de la familia y el marido ausente. Mi abuela, una mujer maravillosa, siempre atenta conmigo. Una tía, su hija y mi hermana.

Como todo el mundo en esa época, nosotros también experimentamos el racionamiento. Pronto, el jardín de flores se convirtió en un huerto, instalamos trampas para gorriones y luego dependimos de los boletos de ración también para el pan, el carbón y las vestimentas. En ese momento, cada pedazo de madera que yacía en la calle se recolectaba para calentar, al igual que las castañas, las cuales podían usarse para hacer jabón.

Cupón de racionamiento

Una anécdota: mi madre, quien no pudo olvidar las penurias soportadas en esa época hasta el fin de sus días, utilizaba los carozos de las frutas para hacer fuego, además del carbón.

Para información: durante este período, pude asistir a los fuegos artificiales más hermosos, debía tener nueve años. Fueron aquellos causados por un bombardeo que tuvo lugar en el campamento de aviación, obviamente ocupado, de La Folie de Nanterre (donde actualmente se ubica la Facultad). Los coches explotaban uno tras otro, lo que nos hacía disfrutar a nosotros los niños.

¿Qué más se puede decir? El hotel ubicado en la esquina de Sadi Carnot y Avenue Georges Clemenceau fue ocupado por oficiales nazis y sirvió como Kommandantur.

Esos son algunos recuerdos que se me vienen a la mente, como también aquellas noches en la que lloraba a escondidas de mi madre en la habitación, para no lastimarla más...

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Carta individual de alimentación - Documento donado por el hijo de Auguste Archen.

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