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Representar a una religión minoritaria en Argentina

En nuestro paso por la ciudad de Córdoba, tuvimos la suerte de conocer a Salih Yesilyurt, nacido en Turquía, es el sheij o imán a cargo de una de las mezquitas islámicas de esta localidad. Durante una extensa charla, nos contó su historia de vida, su llegada a este país, el fuerte cambio cultural y social y las dificultades que esto conlleva, y el crecimiento que está teniendo día a día la religión musulmana en esta ciudad.

La historia de Salih Yesilyurt es más que interesante y refleja de gran manera una de las bases principales que llevó a la creación de Sine Limes, que es nuestro interés por esas personas que se ven sumergidas en un intercambio cultural y social entre dos sociedades diferentes en la mayoría de sus aspectos.

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Uno de estos aspectos, y tal vez el más importante para muchos, es sin duda la religión. En América Latina, como en gran parte del mundo, la sociedad se rige a través de las bases de una religión determinada históricamente. De este lado del océano, el catolicismo es la que tiene a la mayoría de las personas involucradas, aunque año a año, otras religiones y creencias van ganando lugar en la sociedad latinoamericana. Sin embargo, aun siguen siendo una amplia minoría.

 

Tras conocer a Ousmane, un joven oriundo de Mali y de religión musulmana que llegó a Argentina casi sin planearlo y que ahora busca adaptarse día a día una cultura totalmente diferente, quisimos experimentar más historias como ésta, por lo que decidimos visitar la Mezquita Islámica de Córdoba, ubicada en un pequeño barrio de la ciudad.

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Primer contacto

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Era un domingo de mucho calor. Pasado el mediodía tomamos el bus que nos dejó a unas cuantas cuadras del lugar. Comenzamos a caminar en dirección a la Mezquita que, ya de lejos, se destacaba por sobre las otras casas y edificios que había en el barrio. La forma característica de sus paredes y el techo la hacían lucir imponente.

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Como imaginamos, la Mezquita estaba cerrada. Un portón de rejas nos separaba de la inmensa puerta de ingreso al lugar. Había un timbre, el cual tocamos sin dudarlo. A los pocos segundos, un hombre salió para abrirnos la puerta de rejas.

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Muy amablemente nos preguntó quiénes éramos y qué queríamos. Al contarle nuestra idea de charlar con él y conocer su historia de vida, nos abrió las puertas de la Mezquita y nos hizo conocer el lugar por dentro. En ese momento Salih estaba un poco ocupado, por lo que nos preguntó si queríamos pactar un encuentro. Obviamente aceptamos rápidamente, aunque esa tarde nos quedamos charlando -más bien escuchando- más de una hora.

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Su llegada a Argentina
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Unos días más tarde volvimos a la Mezquita para realizar la entrevista pactada. Al llegar al lugar, la mujer de Salih y sus dos pequeños hijos se encontraban jugando en la vereda. Ella nos reconoció rápidamente y nos hizo pasar. Salih había preparado una sala con unos grandes sillones para el encuentro y una mesa central con varios libros encima -el Corán se destacaba entre ellos-. Lo esperamos unos minutos, hasta que llegó con tres vasos de un té caliente delicioso.

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Tras un buen rato charlando de diversos temas, comenzamos a grabar. Lo primero que quisimos saber es cuándo llegó y por qué decidió venir. Tuvo que reflexionar unos segundos para sí confirmar que hace ocho años que está aquí. “Estudié en la Universidad en Egipto, entre 2008 y 2012. Cuando terminé la carrera me invitaron a Argentina para dar cursos de árabe y programas interreligiosos. En 2009 llegué a Buenos Aires y después en 2014 vine con mi familia a fines de abril a córdoba”, comentó.

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Salih en Turquía estudió Teología en Egipto y esto fue lo que lo motivó a llegar a Buenos Aires. Unos años después y, gracias a sus estudios, se abrió la posibilidad de venir a Córdoba, “Me contactaron como intermediario de un conocido que dijo que había una mezquita que estaba cerrada hace más de tres años, y surgió la posibilidad de trabajar ahí ya que no había nadie que lo haga”, aseguró el sheij. 

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Adaptarse a una nueva cultura
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Con respecto a su llegada, Salih contó que al principio fue difícil. “Siempre cuesta al principio acostumbrarse. No solo al lugar, sino más que todo a la cultura”, expresó. Sin embargo aseguró que, en el caso de los musulmanes, para el hombre es más fácil “no hay mucha diferencia a la vista, un hombre es igual en todos lados”, pero para las mujeres es más difícil acostumbrarse ya que ellas “usan en su mayoría hijab, y aquí es muy diferente”.

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Con respecto a esto, agregó que se potencia debido a la falta de información sobre su religión en América Latina: “La gente en su mayoría no sabe lo que es y le llama la atención el islam en general, mayormente por culpa de los medios de comunicación”, sentenció.

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Por último indicó que él tuvo que esperar dos o tres semanas para sentirse cómodo y comenzar a interactuar con la gente, pero aseguró que a su mujer le costó mucho más, aunque en la actualidad ya logró adaptarse. “Cuando me casé con mi mujer y ella llegó acá siempre la miraban y ella al principio se sentía mal por esto, pero con el paso del tiempo ya logró acostumbrarse”.

 

“A veces en la calle cuando iba con mi esposa la gente nos paraba y nos preguntaba de dónde venimos, que hacemos acá, y cuando nosotros explicamos y empezamos a charlar, entienden y nos respetan”, aseguró. Por lo que afirmó que, en su caso, no fue muy difícil la adaptación, “la gente en Argentina es muy tranquila y respetuosa”, agregó.

Religión y medios de comunicación
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Salih mencionó en muchas ocasiones a los medios de comunicación como transmisores de información, cultura, conocimientos; y su gran poder frente la sociedad. Afirmó que en la actualidad es más difícil interiorizarse y adaptarse a otra cultura/religión debido a la poca y mala información que existe. “Eso es un gran problema de nuestro tiempo, del siglo XXI, el problema de la mala información para todas las cosas”, sentenció.

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Pero por otro lado, ponderó a Internet como medio de búsqueda de información para las personas. Aseguró que es el medio por el cual, cada uno puede elegir qué ver y qué pensar, “la gente necesita acercarse a lo que le interesa para conocerlo bien. No debe dejarse llevar por lo que dicen los medios. Debe pensar y ver con sus propios ojos”, indicó.

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Para ejemplificar este poco conocimiento en la sociedad sobre su religión y sobre las religiones en general, Salih hizo referencia al hijab. “Actualmente, cuando uno hace referencia al velo o hijab se lo asocia al islam. Pero esto no es así, la gente tiene mala información. El hijab no viene del islam. Los judíos tienen desde siempre la obligación de usar hijab, cuando la mujer se casa, no tiene derecho a mostrar su pelo a nadie, solo puede mostrarlo el hombre”, señaló.

 

Luego del judaísmo, que para él fue la primera religión en usar el velo, fue el cristianismo la que lo implementó. “Yo no vi nunca a la virgen María sin velo”, enfatizó. Y agregó que en la calle, cuando vemos monjas – que siempre usan velo – no nos llama la atención, y sin embargo, la gente sigue asociándolo con el islam. Este es el claro ejemplo de la poca información y el casi nulo conocimiento de la gente sobre su religión.

 

Origen de los musulmanes en la Mezquita de Córdoba
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Sabiendo que Salih es quien se encarga de manejar la mezquita desde hace ya varios años, no quisimos perder la oportunidad de que nos brinde algunas cifras que puedan representar de alguna manera, el movimiento de la religión musulmana en Córdoba.

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Ante esto, el sheij aseguró que pueden asistir diariamente a la mezquita desde 15 hasta 40 personas aproximadamente. “Cuando hacemos fiestas pueden llegar a venir hasta 100 personas, pero diariamente hasta 40”, agregó.

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De esas personas que asisten diariamente, Salih explicó que la mayoría son argentinos que se convirtieron al Islam. Y agregó que algunos tienen familiares descendientes árabes, aunque “muchos de los que se convierten no tienen relación anterior con el islam ni descendencia árabe”.

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Más allá de esto, Salih reconoció que la mayoría de las personas que se convierten al Islam en Córdoba y en Latinoamérica en general, tiene como fundamento principal sus raíces árabes < en su gran mayoría de Siria y Líbano >. “Buscan por su apellido o el de sus abuelos que podría ser árabe y luego deciden convertirse por eso”, explicó.

 

Conversión al Islam y reacción de la familia                       
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Salih aseguró que en su mezquita, a cada persona que quiere convertirse al Islam, primero se le pregunta por qué quiere hacerlo, cual es la razón que lo motiva. Y luego se le explica que el Islam es una religión como otras, pero que tiene obligaciones diferentes.

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En una segunda instancia, se le entregan libros del Islam para que los estudien bien, y si luego de estudiarlos siguen con la misma motivación, se procede a darles la bienvenida en la mezquita. Hay gente que investiga más de un año antes de convertirse. Más allá de todo esto, Salih afirmó: “siempre le decimos que escuchen a su corazón”.

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Cuando una persona se convierte hay un punto muy importante a tener en cuenta: la Familia. Salih aseguró que a veces la reacción de la familia ante la conversión de un ser querido no es la mejor, ya que existe un miedo generalizado. “Tienen miedo por todo lo que pasa en Siria o en Irak, tienen preocupación”, explicó.

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Este miedo, aseguró, se ve influenciado e incrementado por lo que se ve y se escucha en los medios de comunicación que está pasando ahora en esa parte del mundo. Ante esto, Salih siempre invita a las familias a que se acerquen a la mezquita y se saquen cualquier duda o interrogante que tengan. La mezquita está siempre abierta para todos.

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