ROMA

Al viajar, uno no sólo conoce lugares y culturas diferentes, sino que vive experiencias únicas e irrepetibles, se traslada en el tiempo hacia hechos y momentos históricos que ocurrieron en cada sitio visitado, en ocasiones, hace miles de años. En nuestro viaje a Roma, puedo decir que he vivido una experiencia inolvidable, he caminado lugares que toda mi vida soñé con conocer. Lugares que marcaron a la sociedad tal y como la conocemos hoy en día. 

 

Cuando miré por primera vez el Coliseo al salir de la estación de metro -construida justo al lado- tuve una sensación extraordinaria. Ese inmenso círculo de piedra se encuentra justo allí desde hace miles de años, y nosotros podemos admirarlo aún en el siglo XXI. Imagínense que el Coliseo fue construido en el siglo I. Las obras empezaron entre el 70 d. C. y el 72 d. C., bajo el mandato del emperador Vespasiano, y se completaron en el 80 d. C. por el emperador Tito.
   

Si al verlo de afuera la sensación fue increíble, obviamente todo se incrementó aún más cuando tuvimos la posibilidad de ingresar. Inmediatamente me trasladé en el tiempo, imaginaba a los romanos preparándose para ver las famosas luchas de gladiadores o para presenciar algún otro espectáculo público. Es realmente una sensación difícil de explicar. Pensar que tanta gente dio su vida justo en el centro de ese estadio. Tantas personas murieron en nombre del Imperio Romano, tantos emperadores se sentaron en las gradas por las que ahora caminábamos. Es realmente algo único. 
   

Pero no se detiene allí. Cada paso que se hace en el centro de Roma está rodeado de historia pura. Justo al lado del Coliseo, se encuentra el Foro Romano -la zona central del Imperio, allí donde tenían lugar el comercio, los negocios, la prostitución, la religión y la administración de justicia-. También tuvimos la suerte de conocerlo, de recorrerlo metro por metro y observar los restos que aún siguen de pie a pesar de los miles de años que arrastran. 
   

El Monte Palatino, una de las áreas más antiguas de la ciudad de Roma, con yacimientos arqueológicos que datan en torno al año 1000 a. C., el lugar en el que, según la tradición, Rómulo fundó Roma, es decir, donde todo comenzó. Sin dudas, fue otro de los recorridos que nos trasladó en el tiempo y nos hizo revivir la historia de nuestra sociedad. 

En fin, Roma es una ciudad repleta de historia, una historia que tiene miles de años pero que sigue viva, se encuentra justo allí, al alcance de todos, y es eso lo que la hace grandiosa. Por lo que les aconsejo que si alguna vez tienen la oportunidad de conocerla, no lo duden ni un segundo. Seguramente, no se arrepentirán. Yo, por mi parte, viví una experiencia única, me sentí, al menos por unos instantes, fuera de los límites del tiempo. En definitiva, puedo asegurar que cumplí un sueño...