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Glaciares amenazados con desaparecer completamente

A nivel mundial, los glaciares son víctimas directas del calentamiento global debido al aumento de los gases de efecto invernadero que aceleran el incremento de las temperaturas. Groenlandia, Perú y Argentina tienen algo en común: el derretimiento acelerado de sus glaciares. ¿Se ha llegado realmente al punto de no retorno?

Un estudio realizado por la Universidad de Ohio en Estados Unidos, y publicado en “Nature” hace unos días, indica que el deshielo del casquete glaciar de Groenlandia, esta enorme isla cubierta por un 85% de hielo y ubicada entre el Océano Ártico y el Océano Atlántico Norte, han llegado a "un punto de no retorno".

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Glaciar Viedma situado en la zona fronteriza entre Argentina y Chile 

©Pierre Pitte

Las nevadas ya no pueden compensar las impresionantes cantidades de hielo que se desprenden del casquete. "La capa de hielo de Groenlandia está perdiendo masa a un ritmo acelerado en el siglo XXI, lo que la convierte en el contribuyente más importante al aumento del nivel del mar", subraya el estudio.


Sin embargo, muchos climatólogos han reaccionado al uso del término "punto de no retorno". Todavía parece demasiado pronto para confirmar que el retroceso de la capa de hielo de Groenlandia es un fenómeno irreversible.

Perú ya perdió la mitad de su superficie glaciar...

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Derretimiento del glaciar Artesonraju y formación de una laguna ©Jesús Gomez 

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Retroceso de los glaciares Pastoruri (a), Shullcón (b) y Qori Kalis (c) 

©Jesús Gomez 

En Perú, el futuro de los glaciares ya parece sellado... Generalmente, Perú es conocida por su selva amazónica, sin embargo este país sudamericano también tiene un total de 2,259 glaciares dentro de sus 18 cadenas montañosas cubiertas de nieve, es decir, una superficie de 1118 km².


“Según el último informe del INAIGEM, durante el período 1962 a 2016, las 18 sierras nevadas del Perú perdieron el 53% de su superficie”, asegura Jesús Gómez López, Director de Investigación de Glaciares del Instituto Nacional de Investigaciones sobre Glaciares y Ecosistemas de Montaña (INAIGEM) en Perú. “Los glaciares son fundamentales en la regulación del caudal de los ríos andinos que se utilizan para el consumo de agua potable, la agricultura o la hidroelectricidad. Incluso, llegan a la costa para irrigar zonas del desierto”, explicó. Además, agregó que "existe evidencia científica sobre la disminución de este aporte de agua por parte de los glaciares".


Los glaciares no son solo paisajes magníficos para admirar durante un viaje turístico, sino que son reservas de agua imprescindibles. “Estas masas de hielo se forman a partir de la acumulación de nieve. En los Andes, hace tanto frío a gran altura que la nieve no se puede derretir en verano, se acumula y compacta por su propio peso, y eventualmente se convierte en hielo. Este hielo, por la acción de la gravedad, fluye hacia abajo formando un glaciar. En conclusión, los glaciares son, desde su nacimiento, las principales reservas de agua en ciertas áreas de montañas, especialmente en épocas de sequía”, explicó Lucas Ruiz, Investigador del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA).


El derretimiento de los glaciares es un fenómeno real que se está acelerando e intensificando ante la inacción del gobierno en Perú. "Según las previsiones realizadas, las primeras cadenas montañosas que pronto dejarán de estar cubiertas de hielo serían las siguientes: La Viuda, Chonta, Huanzo y Chila. Ni siquiera llegarían al año 2025", aseguró el experto en glaciología, Jesús Gómez López.


Un informe emitido por la Autoridad Nacional del Agua (ANA) del Perú confirma que estas cadenas montañosas ya han perdido más del 90% de su área glaciar y pronto desaparecerán como es el caso de las cordilleras Barroso y Volcánica. “Esto significa que una importante fuente de agua para las ciudades de Lima, Huancavelica, Apurimac y Arequipa desaparecerá por completo”, afirmó.

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 Antes y después de una avalancha mixta (hielo y roca) en la laguna Salkantaycocha, en la región de Cusco, formada por el derretimiento de hielo del pico nevado Salkantay (Cordillera de Vilcabamba). ©Jesús Gomez 

...Y las consecuencias son catastróficas

El derretimiento del hielo es un proceso continuo de pérdida de masa y, en consecuencia, de superficie. Esto tiene un impacto negativo en los ecosistemas y en la biodiversidad que lo rodean, provocando, por ejemplo, la extinción de determinadas especies animales y vegetales.


Para evitar su desaparición, estas especies deben adaptarse a su nuevo hábitat natural y para ello, el hombre no debe interferir de ninguna manera con su entorno. "Sin embargo, sabemos que muchas de las actividades económicas impulsadas por el Estado se desarrollan en áreas muy sensibles teniendo impactos negativos en estos ecosistemas, por lo que los animales se vuelven cada vez más vulnerables", indicó el director de investigación de INAIGEM.


Además, ante el fenómeno del derretimiento del hielo, algunas cadenas montañosas se vuelven "potencialmente peligrosas" como la Cordillera Blanca, Vilcabamba y Apolobamba, ya que son fuente de fenómenos climáticos extremos. "Los procesos de desestabilización de taludes pueden desencadenar avalanchas de hielo, roca o ambos, y estos, a su vez, pueden provocar el desborde de la laguna".


Por ejemplo, debido a las fuertes lluvias, en febrero pasado, un bloque de hielo se desprendió del pico Salkantay cubierto de nieve en la región de Cusco. La laguna se desbordó y el caudal de los tres ríos circundantes se intensificó.


Además, las áreas rocosas mineralizadas están expuestas al ambiente circundante y eventualmente se oxidan. “El impacto es inmediato y el desprendimiento de minerales pesados contribuye a la contaminación natural del agua”, aseguró Jesús Gómez al tiempo que agregó que “debemos dirigir nuestra mirada hacia las alturas para gestionar mejor los ecosistemas de montaña".

Los Andes del Sur impactados a diferentes niveles

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 El glaciar Castaño Overo, glaciar de pequeño tamaño situado en el Parque Nacional Nahuel Huapi (Provincia de Río Negro) en la parte argentina del volcán incativo Tronador. 2011. ©Pierre Pitte  

Evidentemente, el impacto del cambio climático en los glaciares es un tema global absolutamente indiscutible. "Sin embargo, debido a la vasta extensión de glaciares en Argentina y la diversidad climática a lo largo de los Andes, la situación no es la misma que en Perú", aseguró Lucas Ruiz, experto en glaciología. Además, precisó que "el aumento de temperatura está causando estragos en los glaciares de Perú, país con la mayor extensión de glaciares tropicales del mundo. Sin embargo, en lo que respecta a los Andes, a medida que el clima se diversifica de norte a sur, los glaciares y su 'sensibilidad' al cambio climático también son diferentes".

Cabe recordar que, según el inventario nacional, Argentina registra 16.968 glaciares en su territorio, el 95% de todos ellos se encuentran en la cordillera de los Andes y el resto en las islas del Atlántico Sur. Los glaciares cubren un área total de 5770 km² a lo largo de los Andes argentinos, desde Tierra del Fuego, en la Patagonia, hasta el norte árido de Salta y Jujuy.


"En los Andes, las tasas de deshielo observadas se han incrementado durante las últimas tres décadas sin precedentes históricos. La tasa de retroceso de los glaciares argentinos es menor que la de los glaciares alpinos o tropicales, pero la pérdida de masa es generalizada y sigue siendo mayor para los grandes glaciares de la Patagonia. Estos pierden casi 1 metro de espesor cada año mientras que en los Andes desérticos, en el norte del país, los glaciares pierden 0.3 metros de espesor por año”, afirmó Pierre Pitte. doctor en ciencias geológicas e investigador de IANIGLA en Argentina.


Las cifras ofrecidas por Pierre Pitte se pueden explicar por la importante diferencia en el espesor de los grandes glaciares de la Patagonia -más de 1000 metros- y el de los glaciares ubicados en el norte del país que apenas llegan a los 200 metros. "En las próximas décadas, seguramente veremos la desaparición de muchos glaciares menores. En Tierra del Fuego, en la Patagonia Argentina, existe el riesgo de desglaciación total. Este no es el caso del resto de los Andes del país donde se proyecta la supervivencia, al menos durante el próximo siglo”, aseguró.

En Argentina, el famoso glaciar "Perito Moreno" no corre peligro

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El famoso glaciar Perito Moreno situado en el Parque Nacional Los Glaciares, en la Patagonia Argentina. 2019. ©Lucas Ruíz 

Dada la gravedad de la situación a escala global, es reconfortante saber que algunos glaciares aún son resistentes al calentamiento global como es el caso del "Perito Moreno", un glaciar adherido al Campo de Hielo Patagónico Sur compuesto por 48 glaciares principales. "Sólo dos glaciares en todo el Campo de Hielo, el Perito Moreno en Argentina y el Pio XI en Chile, no muestran mayor pérdida de masa durante el último siglo", anunció Pierre, especialista en el estudio de los glaciares.


Además, a diferencia de la gran mayoría de los glaciares, "el Perito Moreno y el Pío XI eran algo más pequeños a principios de este siglo de lo que son hoy", afirma Lucas Ruiz. Pero entonces, ¿Cómo se explica este fenómeno? y ¿Es una garantía para el futuro?


"La explicación de esta 'anomalía' es el resultado de una combinación de factores: el de la morfología de los glaciares y el hecho de que estos dos glaciares terminan en zonas del lago o de fiordos -valles glaciares muy profundos- donde la profundidad es la más baja. Esto permite que los glaciares reciban una gran cantidad de nieve y reduzcan la tasa de desprendimiento de hielo”, explica con precisión.


El impresionante Glaciar Perito Moreno no dejará de deslumbrarnos durante los próximos años. Sin embargo, "las tendencias de aumento de la temperatura y disminución de las precipitaciones en las próximas décadas significan que esto no durará para siempre", aclaró.

El Acuerdo de París en juego

En Argentina, la mayoría de los glaciares están protegidos gracias a la creación de parques nacionales y regionales. "Desde 2010, se ha implementado una ley de protección de los glaciares para prevenir los impactos directos de las actividades humanas. También hay medidas mecánicas, probadas en los Alpes, para reducir el derretimiento de los glaciares, como mantas de diferentes tipos o barreras para promover la acumulación de nieve, pero estas son impracticables para los miles de glaciares argentinos ubicados en un ambiente extremo y, en general, sin camino de acceso”, reconoció el especialista francés Pierre Pitte.


Este nivel de acción, a pequeña escala, no es suficiente para frenar el derretimiento de los glaciares. Debemos actuar globalmente ante la principal amenaza: el calentamiento global. "Son los países del hemisferio norte, Estados Unidos y Europa occidental, los responsables de las históricas emisiones de gases de efecto invernadero desde 1850, con una participación cada vez mayor de China e India. Sin embargo, son los países periféricos los más vulnerables a los efectos del cambio climático y los que tienen menos recursos disponibles para poder adaptarse”, aseguró.


Aunque solo algunos países son la principal fuente de una gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, estos tienen un impacto directo sobre "la composición y temperatura de la atmósfera e incluso del océano. Cada una de las acciones de nuestras sociedades tiene un impacto global".


El Acuerdo de París seguía siendo un faro de esperanza para el futuro climático de nuestros glaciares y de nuestro planeta en general, sin embargo "lamentablemente los últimos indicadores apuntan a que incluso los objetivos marcados en 2015 siguen siendo insuficientes para que la temperatura no supere los 1,5°C con respecto al período preindustrial”, confirmó Lucas Ruiz.


Las previsiones para el futuro están lejos de ser optimistas... Según los modelos climáticos globales, el 80% de la superficie de los glaciares debería desaparecer para el 2100.

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