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Bretaña, desde sus orígenes hasta la actualidad

Dentro del territorio Francés existe una región que fue independiente del país galo durante siglos, que posee un idioma propio y que vivió enormes cambios sociales a lo largo de su existencia. Repasamos su historia rodeada de invasiones, conquistas, independencia, prohibiciones y un marcado nacionalismo bretón.

campos bretaña

Breve repaso histórico

En Europa existen muchos casos de regiones que alguna vez fueron Estados Independientes pero que actualmente forman parte de otro país. Los casos más resonantes son el de Cataluña y el País Vasco en España; Baviera en Alemania; Flandes o Región Flamenca en Bélgica; Córcega en Francia; entre otros. Igualmente en el país Galo, existe el caso de Bretaña, región ubicada al extremo oeste de este país. Es una de las trece regiones que actualmente, junto con los territorios de Ultramar, conforman la República Francesa, pero que alguna vez fue independiente.

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El territorio estaba ocupado desde los inicios del siglo III a.C. por diversos pueblos Galos -osismos, coriosolites, redones, vénetos y námnetes-, hasta que fue conquistado por Julio César en el año 57 a.C.. Desde ese momento, los pueblos comienzan a ser progresivamente romanizados y posteriormente cristianizados. La conquista romana se extendió hasta el territorio que actualmente corresponde a Gran Bretaña y se denominó a esa nueva provincia romana con el nombre de Britania.

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Tras la aparición de los romanos en la región, comienza la etapa del pueblo Galoromano, que se caracterizó por un importante desarrollo del comercio marítimo en torno a los puertos de Nantes, Vannes y Alet, formando parte de la Armórica -término que se empleaba en la antigüedad para describir la región costera del noroeste francés-.

fougeres panorama
castillo Pontivy

Por este motivo, desde el siglo IV d.C., una enorme cantidad de soldados pertenecientes a la Britania Romana (actual Gran Bretaña) comienzan a ser transferidos a la Galia con el objetivo de defender el territorio. Lo que da inicio a un movimiento migratorio que continuó hasta el siglo VI. Por otro lado, esto llevó a la creación de una marca de Bretaña por parte del Reino de los Francos con el fin de prevenir las incursiones bretonas en su territorio.

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El asentamiento de los britanos en Armórica hizo que sus habitantes comiencen a ser denominados bretones y que empiece también una gradual conversión al cristianismo. Hay que aclarar que por ese entonces, la mayoría de las personas que vivían en la región, eran paganos. Por otro lado, renombraron los territorios en los que se instalaron y difundieron así mismo su lengua que, mezclándose con el galo-celta hablado desde antes de la conquista romana, daría origen al idioma bretón.

De este modo, en el año 851 y bajo el mandato del rey Erispoe, se crea el Reino de Bretaña. Originado luego de la victoria ante los francos en la batalla de Jengland y el posterior tratado de Angers, por el cual estos últimos lo reconocían como Reino independiente. Sin embargo, el Reinado no perduró mucho tiempo y se disolvió en el año 938, momento en el que Bretaña se convierte en un Ducado vasallo del reino de Francia. A pesar de la soberanía nominal francesa, el ducado fue casi independiente hasta 1532, año en que fue incorporado definitivamente a Francia.

Prohibición del idioma bretón y nacimiento de una corriente nacionalista

Desde ese momento comenzó una etapa oscura en lo que respecta a las tradiciones bretonas que perduró hasta mediados del siglo XX. Se decidió que todos los infantes herederos al trono francés también fueran duques de Bretaña, y se promulgó el Edicto de Plessis-Mace, por el cual se prohibía el idioma bretón en la administración, y sería substituido por el francés. Esto se mantuvo hasta la Revolución Francesa en 1789, momento en que la provincia fue disuelta y su territorio dividido entre cinco departamentos -Côtes-du-Nord, Finistère, Ille-et-Vilaine, Loire-inférieure y Morbihan-.

 

A continuación, entre los siglos XIX y XX, las políticas gubernamentales hicieron obligatoria la educación exclusiva en idioma francés, y al mismo tiempo, se mantuvo la prohibición del uso del bretón en la enseñanza y los medios de comunicación para acercar a los no francófonos a la adopción de la lengua francesa.   

En contrapartida a esto, surgió el Nacionalismo Bretón, también conocido como Emsav -”movimiento” en idioma bretón-, el cual propone el reconocimiento de Bretaña como nación, así como la unificación de los cinco departamentos de Francia considerados bretones en una única región administrativa. Por medio de esta corriente se creó a principios del siglo XX la Bandera de Bretaña, conocida como Gwenn ha du. Además, se comenzaron a reabrir a partir de la década de 1970 las escuelas de bretón y las autoridades locales empezaron a promover la lengua, que se encontraba en ese momento al borde de la extinción.

bandera bretaña

Nuestra experiencia en la Bretaña del siglo XXI

Gwenn ha Du

Hemos tenido la oportunidad de viajar y conocer gran parte de Bretaña y podemos afirmar que en la actualidad este nacionalismo bretón está más firme que nunca. Es evidente que el bretón, fue un pueblo que sufrió mucho a lo largo de su historia, y probablemente sea ésto lo que hace que sus habitantes estén tan orgullosos de pertenecer a esta región.

 

Existe una adoración absoluta hacia su bandera, hacia sus colores. En el exterior de cada vivienda en Bretaña hay una Gwenn ha du flameando, se la puede ver también pegada sobre casi todos los autos que circulan o incluso pintada en cualquier muro sin importar la ciudad que estés visitando. Todos los carteles en las rutas y ciudades están escritos en francés y en bretón. Hecho que marca la importancia que se le quiere dar actualmente al idioma histórico local. Aunque hay que aclarar que el bretón es una lengua que continúa en peligro de extinción, hecho que se debe sin dudas a la prohibición que sufrió durante siglos.

Se puede afirmar que en la actualidad, el bretón se habla de manera mayoritaria, en el departamento de Finistère y la parte occidental colindante de los departamentos de Côtes-d'Armor y Morbihan. En Francia no se tratan cuestiones sobre lenguas minoritarias en sus censos, por lo que no existen datos oficiales sobre el número de hablantes de bretón. Sin embargo, en la década del 80 se estimaba que contaba con más de 500.000 hablantes. Por otro lado, se cree que hoy en día ese número ha descendido a 300.000, aunque el dato aún más desalentador es que el bretón no es hablado por las nuevas generaciones, sino que la mayoría pertenece a personas de la tercera edad. Es por este motivo que a principios del siglo XXI el bretón fue clasificado como en peligro grave por el Atlas interactivo Unesco de las lenguas en peligro en el mundo.

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En síntesis, Bretaña es una región que da placer visitar y que sin dudas no deberían perderse si tienen la oportunidad de ir. Con sus hermosos y variados paisajes, sus enormes y ondulados campos, sus pequeñas ciudades históricas, sus inmensas iglesias góticas, los increíbles menhires, sus grandes costas y las deslumbrantes islas, Bretaña se convierte en un lugar paradisíaco dentro de Francia y nos ofrece sin dudas una historia más que interesante para conocer.

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