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Ibrahim Maalouf sobre los atentados de París en 2016

Los atentados en París del viernes 13 de noviembre de 2016 se enfocaron en el modo de vida de los franceses, pero no solamente… en la dala de conciertos de Bataclan, es la música la que fue tocada directo en el corazón. Pasado el tiempo de estos tristes eventos, el músico trompetista franco-libanes, Ibrahim Maalouf, compartió con nosotros su punto de vista y su historia.

Como músico, ¿Cómo vio los atentados del 13 de noviembre en París?

No veo los atentados como músico, sino como un ciudadano francés y libanés, ya que dos días antes el mismo escenario se produjo en Beirut, Libia. Estaba sorprendido y triste, pero no sólo porque soy músico y la música se vio afectada. Soy solo un músico que tiene una opinión como ciudadano.

Siguiendo esta cadena de eventos trágicos a nivel internacional, ¿Tiene usted la impresión de entrar en la era de una tercera guerra mundial?

Yo no lo diría de esa forma, ya que la guerra está aquí desde hace mucho tiempo ya. Pero nosotros, pequeños occidentales viviendo en París, tomamos consciencia de las cosas ahora, porque comenzamos a estar oficialmente tocados. En realidad, la guerra ha comenzado hace mucho tiempo. Los pobres de Siria no habían pedido nada antes que nosotros los hundamos en una situación dramática. Hoy en día, hay que aceptar las consecuencias de nuestras decisiones y de la situación geopolítica internacional.

Ibrahim Maalouf tocando
torre eiffel entre las nubes

¿Esta situación va a influenciar su música?

Esto no cambiará absolutamente nada a mi trabajo. Yo nací en una guerra civil y mi música siempre estuvo ligada a una salida del sufrimiento general. Sin duda, el contexto no ayuda, pero eso no va a influenciar mi trabajo.

Usted se ha ido de Líbano para arribar a Francia con sus padres, pero hoy en día, ¿Lleva consigo los estigmas de la guerra civil de los años 70?

Efectivamente, mis padres huyeron de la guerra y yo vine junto a ellos. Hoy en día, una parte de mi familia está en Francia, otra en Líbano, y otra parte está esparcida por el mundo. Pero es seguro que nosotros tenemos todavía las cicatrices de esta guerra. Si usted habla con franceses que tienen 85 o 90 años, ellos tendrán todavía cicatrices enormes de la Segunda Guerra Mundial, pero han aprendido a vivir con ellas. La vida continúa, pero las cicatrices se mantienen.

Hoy en día, ¿Cómo imagina su futuro?

Dentro de este impasse, comparto dos sentimientos al mismo tiempo. O bien todo debe ser radicalmente transformado, o tendremos que habituarnos a vivir con esto, como los libaneses lo hicieron desde hace mucho tiempo.Ellos viven como si nada pasara en un clima de “terror” donde saben que una bomba puede estallar en todo momento en la calle. Es triste, pero la verdad es que vamos a terminar aprendiendo a vivir con este miedo. Finalmente, es tal vez esa la cosa más peligrosa. Nos habituamos a todo…

Para terminar, no podemos hablar de terrorismo y guerra civil sin evocar el drama sirio. ¿Tiene una opinión para compartir sobre esta cuestión?

Estoy triste por todos mis amigos y hermanos sirios… conozco una gran cantidad de sirios y, más allá de todo lo que podamos decir, las culturas siria y libanesa son extremadamente similares. Por más que haya problemas políticos entre los dos países, son dos naciones hermanas. En efecto, es muy triste ver a sus hermanos vivir en el caos, de la misma manera, imagino, que ellos estaban tristes cuando veían la situación en Libia entre los años 1975 y 1993.

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