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Argentina: ¿el regreso de la crisis de 2001?

A pesar del apoyo del FMI, el peso argentino no logra recuperarse. En solo dos días, entre el miércoles y el jueves, el peso cayó un 20% con un dólar a 41.50 pesos.

En efecto, Argentina se hunde en una nueva crisis económica. Desde el comienzo del año, el peso ha seguido devaluando frente al dólar y ha perdido más del 42% de su valor en los últimos ocho meses. La consecuencia de esta caída, sin tregua y sin fin, es un aumento incesante de los precios, tanto en la alimentación como en el sector del automóvil o aún en el sector inmobiliario.

Desde junio pasado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgó un préstamo de 50 mil millones de dólares a Argentina. Una porción, hasta $ 15 mil millones, ya ha sido pagada pero "la semana pasada tuvimos nuevas marcas de desconfianza en el mercado, especialmente con respecto a nuestra capacidad de consolidar los fondos para 2019", admitió Mauricio Macri durante un discurso televisado.

Es por eso que el presidente argentino le pidió al FMI que adelantara sus pagos para tranquilizar a los mercados que temen un incumplimiento de pago. "Hemos acordado con el Fondo Monetario Internacional anticipar todos los fondos necesarios para garantizar el cumplimiento del programa de financiación el próximo año", dijo en su discurso. "La decisión apunta a eliminar cualquier incertidumbre", agregó.

 

Miedo al regreso de la política de austeridad

Sin embargo, recurrir al FMI es sinónimo de una política de austeridad endurecida dirigida a reducir el déficit e introducir reformas para limitar el gasto estatal. Esto es lo que temieron los argentinos.

Las primeras restricciones presupuestarias ya se dejan sentir a nivel de la administración pública y del sector privado. La educación es duramente golpeada. Ante los anuncios de recortes presupuestarios anunciados en el sector universitario, profesores y estudiantes tomaron las calles para reclamar sus derechos. La mayoría de las universidades públicas en Argentina han estado paralizadas durante aproximadamente cuatro semanas por un movimiento de huelga por parte de los docentes.

Bandera Argentina

 Además, el gobierno argentino tiene que enfrentar otros conflictos sociales como la huelga de los trabajadores del astillero Rio Santiago de Buenos Aires o también como hace poco tiempo, el debate sobre la legalización del aborto.

 

El país está al rojo vivo. El jueves pasado estallaron protestas en la capital y otras ciudades importantes (La Plata, Rosario y Mar del Plata).

Como la impresión de un déjà vu para los argentinos ... ¡la crisis de 2001! Es un recuerdo que hubieran preferido olvidar, aunque sin embargo, desde el comienzo de 2018, parece resurgir.


Como recordatorio, con el apoyo del FMI, Argentina colapsó en 2001 frente a una crisis económica que se ha vuelto incontrolable. La deuda externa ha estado creciendo desde 1976. El nuevo presidente electo en 1999, Fernando De La Rúa, se embarcó en una política de austeridad peligrosa que reducía los salarios de la administración pública. El Ministro de Economía, Domingo Cavallo, había puesto en marcha muchas medidas para frenar el flujo de dinero que causaba desconfianza en los hogares argentinos. La tasa de desempleo alcanzó el 21%.

 

El país estaba al borde de la explosión, la ira popular se puso en marcha. Tras una serie de saqueos el 19 de diciembre de 2001, el presidente declaró el estado de emergencia en todo el país. La ira popular solo se intensificó y el país se encendió, lo que provocó que el presidente huyera en helicóptero.

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