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Castillo de Malmaison

A muy pocos kilómetros de París, capital francesa y una de las ciudades más visitadas del mundo, se encuentra un palacio no muy reconocido por los turistas, que perteneció y fue habitado nada más y nada menos que por Napoleón Bonaparte

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El Palacio o Castillo Malmaison se ubica específicamente en la ciudad de Rueil-Malmaison, a sólo 12 kilómetros de París. Fue construido en el siglo XVIII y, antes de pertenecer a la familia Bonaparte, fue habitado por diferentes familias ricas y poderosas de Francia.

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Durante la Revolución Francesa, concretamente en abril de 1799, Josefina de Beauharnais, esposa de Napoleón Bonaparte, compró la propiedad por 300 000 francos (aproximadamente 45.000 euros en la actualidad), mientras su marido Napoleón se encontraba luchando en Egipto. 

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Según cuenta la historia, cuando Napoleón regresó de la guerra y descubrió la nueva propiedad adquirida por su esposa, se enojó mucho con ella ya que, además del alto precio gastado para la compra, el palacio requería una profunda restauración, por lo que el gasto sería aún mayor. Sin embargo, todo indica que la casa trajo una gran felicidad para la familia Bonaparte, especialmente para Hortensia, hija de Josefina.

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Al poco tiempo, Josefina transformó el Palacio en uno de los más bellos jardines de Europa, gracias al gran trabajo del botánico Aimé Bonpland. En unos años, el palacio se hizo muy famoso en el continente debido a su jardín de rosas. Allí se cultivaron unas 250 variedades de rosas. Por otro lado, Josefina llenó sus jardines con una enorme cantidad de diferentes animales como canguros, cisnes negros, cebras, ovejas, avestruces, antílopes, entre otros. 

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Luego de separarse de Napoleón, Josefina se quedó viviendo en el Palacio hasta el día de su muerte en el año 1814. Por su parte, Napoleón retornó al castillo de Malmaison tras su derrota en la batalla de Waterloo en 1815 y permaneció allí poco tiempo hasta su exilio en la isla Santa Helena.

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Un tiempo después, el palacio fue adquirido por la Reina de España, quien luego de varios años lo vendió nuevamente a la familia Bonaparte. En 1906, el castillo fue convertido en un museo dedicado a las vidas de Napoleón y Josephine, el cual se mantiene abierto al público hasta la actualidad.

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En síntesis, este Palacio posee una historia muy interesante y realmente vale la pena visitarlo, para conocer así otra parte de la vida de Napoleón. 

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Les dejamos unas imágenes de nuestra visita, ¡que lo disfruten! 

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