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La Amazonía de hoy y del mañana

En la actualidad y desde hace varios años, la Amazonía peruana está siendo gravemente afectada por los efectos del cambio climático y las actividades humanas que contaminan el ambiente. Los diversos ecosistemas de la Selva Central -lugar donde se llevó a cabo esta investigación- se encuentran en peligro a causa de la minería, las centrales hidroeléctricas, la agricultura no sostenible y la tala indiscriminada. El futuro de esta región y su población es incierto e incluso, las Comunidades Nativas de esta zona corren el riesgo de desaparecer. 

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La emisión de gases de efecto invernadero, una de las principales causas de este cambio climático, ha aumentado considerablemente en el último siglo debido a la actividad humana. El mayor ejemplar es el dióxido de carbono (CO2), el cual se origina por la quema de combustible fósil como el petróleo, el gas natural o el carbón. En Selva Central, actividades cotidianas como la agricultura, diferentes procesos industriales, la circulación de vehículos en enormes cantidades y la mala gestión de los desechos, generan diariamente enormes cantidades de estos gases y contribuyen al calentamiento global. 

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Mapa del Perú. La Selva Central se ubica en el territorio correspondiente a las provincias de Chanchamayo, Satipo y Oxapampa en las regiones de Junín y Pasco

Señales de la naturaleza 
 
Uno de los principales efectos del cambio climático en esta zona, es la modificación de la temperatura. En Selva Central y el en el mundo entero, existen evidencias de que las alteraciones del clima y su variabilidad natural, provocan impactos en los diversos ecosistemas. Carlos Chavarría, presidente del Frente de Defensa Ambiental de Pichanaki (FREDAPI), aseguró que, desde que tiene uso de razón, ha notado grandes cambios en la temperatura y en la intensidad del calor. “Estos cambios, afectan la salud de la población, la producción agrícola y a la flora y fauna que existe en esta parte de la Selva Central”, indicó. 

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Además, según un estudio realizado por el Instituto Geofísico del Perú, la temperatura máxima en la Amazonía peruana es cada vez más intensa y, por ende, los días en Selva Central tienden a ser más cálidos. El presidente del Frente de Defensa Ambiental de Perené (FREDAPE), Domingo Suárez, expresó que antiguamente en la región, la temperatura más alta sólo llegaba a los 35 o 36 grados, pero que hoy en día, alcanza los 39 o 40. 

Otro de los efectos del cambio climático actual en Selva Central es la modificación en la frecuencia de las precipitaciones. Debido al aumento de la temperatura en los últimos años, las lluvias han disminuido ligeramente y se concentran en menor tiempo, lo que ocasiona una mayor duración de los periodos secos y, en consecuencia, menor disponibilidad de agua. Como indicó Antonio Anchiraico, candidato a Alcalde de Perené en 2018: “Antes, las estaciones estaban bien definidas. Ahora, en cambio, en cualquier momento llueve, por momentos sale el sol, es decir que ya no hay una característica establecida en nuestra selva”.

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Además, desde hace algunos años en Selva Central, se observan grandes cambios en la ocurrencia de eventos extremos como inundaciones, lluvias intensas o sequías. Así lo confirmó Miguel Samaniego, miembro de la Comunidad Nativa Asháninka San Miguel: “Ahora llueve con fuerza y como ya no hay vegetación en los cerros debido a la deforestación, se producen desastres. Antes, los árboles mismos agarraban las piedras a la tierra, en cambio, ahora llueve y produce huaycos -corrimientos de tierra- e inundaciones”. 

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Debido al incremento de este tipo de eventos, la población de esta parte de la Amazonía peruana ha sufrido mucho en los últimos años. Esto se debe a que gran parte de las viviendas están construidas con materiales precarios y además, muchas veces se encuentran ubicadas en lugares de alto riesgo como quebradas o en los márgenes de los ríos. Miguel Samaniego vive en la ciudad de Santa Ana hace varios años y debido a su experiencia allí, aseguró que, en caso de desastres naturales, la gente no está preparada. “La población no tiene bien claro donde puede ubicarse con seguridad y los Gobiernos no tienen una política para poder atender la necesidad del crecimiento urbanístico”, señaló.

Imágenes de la crecida del río en Marzo 2019. 

Por otro lado, uno de los mayores problemas que está ocasionando el cambio climático en Perú es el retroceso de los glaciares, como sucede con el nevado de Huaytapallana, que a la fecha ha perdido cerca de 5.300 metros cúbicos de masa glaciar. Esto trae consecuencias devastadoras: muchas especies que antes habitaban allí, han desaparecido o se han desplazado; y además, el ciclo hidrológico de toda la Selva Central se encuentra alterado. Cabe destacar que los glaciares de la zona andina desempeñan un papel clave en el sistema hidrológico de la Amazonía y constituyen reservorios y fuentes de agua, necesarios para el consumo humano y el uso agrícola. Por este motivo, cuando se ven afectados, condicionan enormemente el desarrollo de la región.   

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Erase una vez… el hombre 
 
La Amazonía peruana posee un territorio inmenso y de una riqueza incalculable, que obviamente llama la atención de innumerables empresas, en su mayoría de capitales extranjeros, que tienen como objetivo la extracción de los recursos naturales que éste ofrece. Si la actividad de estas empresas se lleva a cabo sin la necesaria regulación de los organismos competentes o directamente se realiza de manera ilegal, el daño ambiental y hacia la propia población puede ser irreversible.  

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La actividad minera abunda en Selva Central y en toda la Amazonía peruana, y las consecuencias negativas que ésta genera sobre el medio ambiente son notorias. Carlos Chavarría, al mando de FREDAPI, lucha hace varios años en defensa de la naturaleza que lo rodea y no puede concebir que se dañe de esta forma el medio ambiente: “Por la actividad minera, se han contaminado los ríos, se está afectando a las plantas, a los animales y, por consiguiente, a la población local”, expresó con angustia. Además, confesó que para él, muchos de estos daños son irreversibles y que si no se detiene todo esto, las consecuencias y los cambios negativos en el futuro van a ser mayores. 

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Por su parte, Antonio Anchiraico, nacido y criado en esta parte de la Amazonía, coincide en que los ríos están contaminados y asegura que ninguna autoridad hace nada al respecto. Por este motivo, expresó que actualmente es imposible bañarse en esas aguas: “Antes nosotros íbamos a bañarnos felices al río, pero ahora ya no se puede porque está contaminado por los relaves de las mineras y por los residuos que las ciudades mismas generan”, afirmó.  

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Central Hidroeléctrica EGE Santa Ana

Está claro que el daño ambiental, si no se regula la actividad de estas empresas, es enorme. Y, si a eso se suma que la población local no obtiene ningún beneficio con la intervención de estas empresas, el daño parece aún mayor. Así lo expresó Domingo Suarez, líder de FREDAPE: “Sólo en la provincia de Chanchamayo, existen actualmente seis centrales hidroeléctricas en funcionamiento, y para esta región bastaría con una sola. Las demás construcciones se hacen sólo para favorecer el comercio, para vender la energía sin dar ningún beneficio a los pueblos locales ni a las Comunidades Nativas que habitan aquí”.

 

En este sentido, Miguel Samaniego, miembro de una Comunidad Nativa, expresó la postura de los Asháninkas en cuanto a la instalación de empresas que obtienen los recursos de la Amazonía: “Para nosotros, toda intervención de cualquier empresa que genere algún cambio en la naturaleza, provoca un daño irreversible que afecta a toda la población de la Selva Central”. Además, agregó que todos los recursos mueren con estos cambios físicos y químicos, y señaló que existe una vulneración de los derechos que no hablan, como el agua, los árboles y los animales: “La tierra no habla, nosotros debemos hablar por ella”, aseguró.  

 

Por otro lado, se debe mencionar la problemática del cambio en el uso de los suelos. Actividades como la agricultura y la ganadería -abundantes en esta región- son las principales causantes de esta transformación. Ambas generan cambios en el uso de la tierra y afectan las características de los ecosistemas naturales. Manuel Albán, Ingeniero Agrónomo que trabaja junto a Comunidades Nativas desde hace años, aseguró que el cambio en el uso de los suelos en Selva Central es uno de los mayores problemas actuales. “Aquí se realizan muchos cultivos de piña, kion o cúrcuma, y eso es un pecado porque prácticamente se queman bosques, se cultiva y luego esa tierra queda degradada”, expresó. Y agregó que, para que esa tierra vuelva a recuperar la cobertura vegetal que inicialmente tenía, deben pasar largos períodos.  

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Las proyecciones calculan que el uso del suelo, para la agricultura en Selva Central, se incrementará en más del 30% para el año 2035. Además, sugieren que la producción agrícola penetrará incluso Áreas Naturales Protegidas (ANP), poniendo en riesgo la biodiversidad de las zonas afectadas. Ante esto, Manuel Albán señaló que la necesidad de la población es muy grande y que se debe comprender que en Selva Central, la mayor parte de los ingresos vienen del sector agropecuario. Sin embargo, aseguró que, para él, es posible lograr un equilibrio: “Soy un convencido de que sí se puede hacer una agricultura sostenible, sí se puede hacer agricultura amigable con el medio ambiente”

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Qué nos depara el futuro… 
 
Perú está entre los países más vulnerables a los efectos del cambio climático; y la Selva Central de la Amazonía de este país, entre las regiones más vulnerables a nivel nacional. Esto lleva a preguntarnos si se está haciendo todo lo posible por proteger esta zona conocida como uno de los pulmones del planeta-, si la sociedad que habita este pulmón es consciente de esta problemática y, en definitiva, si se puede tener esperanzas para el futuro. 

En este sentido, las opiniones son muy variadas, sin embargo, todos coinciden en que, si no se hace nada para mitigar este cambio climático y si no se toma conciencia pronto, el futuro es desalentador. Así lo confirmó Roberto Chavarría, quien aseguró que si no se hace nada al respecto y si el ser humano se resigna a vivir como lo hace actualmente, todo va a empeorar de aquí a algunos años, y ya será demasiado tarde para poder reaccionar.

 

Por su parte, Domingo Suárez opinó que si no se regula la actividad de las empresas extractivas de la Amazonía peruana, el futuro también será desolador para esta parte del planeta. “Si las leyes no se cambian y se siguen manteniendo como hasta ahora, favoreciendo a las empresas extranjeras, yo lo veo a todo esto un desierto”, expresó.

 

Está claro que, si soñamos con un futuro mejor, se debe actuar ya a favor del medio ambiente, no hay tiempo que perder. Así lo reconoció Walter López, especialista en Gestión del Cambio Climático del Gobierno de la región Junín: “Nosotros podemos planificar con escenarios climáticos futuros de aquí a 30 o 50 años, pero si no hay acción ya, esos escenarios van a ser peores. El costo de no hacer nada ahora se va a elevar cada año que pase y los impactos van a ser cada vez más grandes”, aseguró.

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Para poder actuar, se debe generar conciencia ambiental en la sociedad. La población de Selva Central debe ser consciente de la problemática que los afecta actualmente y de la necesidad de proteger el medio ambiente. En este sentido, un pilar fundamental para generar esta conciencia, es la educación. José Miguel Rutti, docente de la Universidad Nacional Intercultural de la Selva Central Juan Santos Atahualpa (UNISCJSA), afirmó que la educación es la clave para generar conciencia ambiental y lograr un cambio de actitud de la población hacia el medio ambiente. “El desarrollo de los pueblos, sólo se logra con educación”, expresó.

 

Afortunadamente, en este último tiempo, los jóvenes de diferentes partes del mundo han tomado conciencia, se movilizan y actúan por la protección del medio ambiente, para que nuestro planeta y la propia raza humana tengan un futuro próspero y saludable. 

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